Soldado de la II Guerra Mundial halló un trozo de metralla en su mandíbula
A los 87 años, Alfred Mann encontró la razón de los constantes dolores que lo han martirizado desde hace 65 años
Londres (EFE, 27 de Mayo del 2009). Alfred Mann es un británico de 87 años que ha encontrado finalmente el origen de los dolores que le han martirizado durante los últimos 65 años: un trozo de metralla que se le quedó incrustado en la mandíbula durante la II Guerra Mundial.
Mann, que participó como enfermero en la contienda mundial, resultó herido por la explosión de una mina en Italia en 1944 y desde entonces ha sufrido problemas constantes en la boca, que le impedían morder y le obligaron a tener una dieta de comida blanda.
n declaraciones recogidas por la agencia británica de noticias PA, el veterano aseguró no haber sospechado nunca que tenía un pedazo de metralla de 1,3 centímetros incrustado en la mandíbula, que finalmente se desprendió solo el pasado 4 de mayo.
“No me lo podía creer cuando salió”, afirmó Mann, que vive en Birmingham (centro de Inglaterra) junto a su mujer Constance.
El veterano describió sus problemas de boca durante las últimas seis décadas, principalmente el sangrado de encías y dolores que le impedían masticar con normalidad.
“Iba al médico, que me decía que era una úlcera y que me enviaba al dentista, que tampoco encontraba nada”, explicó Mann, quien dijo sentirse como “un hombre nuevo: estoy tan aliviado”. “Sólo podía comer comidas blandas y ahora estoy comiendo de todo y disfrutándolo”, añadió.
El día que resultó herido por una mina en Monte Cassino, cuando trataba de ayudar y atender a soldados heridos, sufrió perdida de audición y heridas en la cara, los hombros y las piernas. “No recuerdo nada de lo que ocurrió. Me desperté dos días más tarde en un hospital de Nápoles”, recordó Mann.
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