El extraño lenguaje del amor
"Chouchou" es como Carla Bruni le dice a su esposo, el expresidente de Francia Nicolas Sarkozy. A Samantha Cameron, la esposa del premier británico, la escucharon diciéndole "I love you babe" (Te amo bebé). Y Michelle Obama describió la foto más retuiteada (arriba) con las palabras: "That's my honey, giving me a hug", que se traduciría literalmente como "Ése es mi miel abrazándome".
Algunos términos cariñosos pueden ser usados en muchos lenguajes -bebé, ángel, corazón- pero hay otros que se pierden en la traducción, como es el caso de "miel".
Al menos ese es dulce, así que se infiere que es algo agradable. Pero, ¿le gustaría que le llamen coliflor, pulga o elefante? He aquí una guía rápida al lenguaje del amor en el mundo -dominado por metáforas de comida y el reino animal-, con contribuciones del mentor lingüístico Paul Noble.
1. Pequeño repollo (Francés: Petit chou)
"Chou" (repollo o col) es el equivalente en francés de "corazón" o "amor" o "cariño". Esto porque da la idea de que es pequeño y redondo, y se usa para describir el hojaldre francés, que a menudo se come con crema.
Se dice que el "chou" también se parece a la cabeza de un bebé o un niño. Durante mucho tiempo a los niños franceses se les ha dicho que los niños vienen de los repollos y las niñas de las rosas.
Se puede usar también doble: "chouchou" que significaría "querido".
2. Chayote (Portugués/Brasil: chuchuzinho)
"Chuchu" es la palabra para lo que en español se conoce como cidrayota, chayota, chayotera, tayota, güisquil, guatilla, chuchu, papapobre o guatila (sechium edule).
Curiosamente, suena muy parecido al francés "chouchou"... ¿se habrá colado una palabra francesa como una forma distinta de llamar al amado, a pesar de que en portugués denomina a un vegetal no muy agraciado?
El final "zinho", que significa "pequeño", enfatiza el cariño.
3. Huevo con ojos (Japonés: Tamago kato no kao)
En Japón, a las mujeres, quienes las quieren, frecuentemente les dicen "un huevo con ojos". Es un gran halago pues tener la cara oval, en forma de huevo, es considerado muy atractivo en esa cultura, como se puede ver en las pinturas japonesas de todas las épocas.
4. Fruto de mi corazón (Indonesio: Buah hatiku)
Aunque el término puede ser usado románticamente, y figura en canciones y poemas de amor, hoy en día se usa más para expresar afecto a los niños.
En publicidad se utiliza para atraer a consumidores en familia, especialmente a jóvenes parejas de clase media: "El mejor regalo/alimento/producto para el fruto de su corazón".
También se encuentra en casi todos los libros y artículos sobre crianza, y a menudo aparece como nombre de organizaciones que se enfocan en niños.
5. Mi pulga (Francés: Ma puce)
"Ma puce" es casi equivalente a "dulzura". Una teoría es que podría deberse a la histórica relación entre los humanos y las pulgas: se dice que en el pasado, quitarle las pulgas a otra persona podía llegar a ser placentero y a veces hasta íntimo.
6. Gacela (Árabe: Ghazal)
En la poesía clásica árabe abunda la imaginería de bellas gacelas (es decir mujeres, hablando metafóricamente).
Hay numerosas referencias a las "lanzas letales" de la mirada de una mujer bella. Si se le cree a los poetas, los cazadores pueden morir de amor tras una sola mirada de una gacela.
Hoy en día también un hombre le puede decir a una mujer: "tienes ojos de gacela". Eso puede implicar que él ha caído bajo su hechizo antes de que ella sienta lo mismo.
7. Pequeño elefante (Tailandés: Chang noi)
Los elefantes son los animales más queridos por los tailandeses. Supuestamente traen buena suerte, especialmente si son blancos.
El símbolo del elefante puede ser una derivación del dios hindú Ganesh, lo que refleja la gran influencia que ha tenido la cultura india en la región.
Los elefantes cautivan tanto a esa nación que en algún momento fueron el emblema en la bandera del país.
8. Peces hundiéndose, gansos cayendo (Chino: Chen yu luo yan)
Ésta es una historia sobre la mujer más bella de la historia china, llamada Xi Shi.
Se dice que era tan hermosa que cuando miraba un lago, los peces quedaban tan deslumbrados que se les olvidaba nadar y gradualmente se hundían hasta el fondo.
Y cuando los gansos volaban sobre el lugar donde se encontraba, quedaban tan impresionados con su belleza que se olvidaban de aletear y caían en picada.
Por ello, hasta el día de hoy, cuando un joven chino está enamorado de una joven, puede decir que es tan bella como Xi Shi. Y para decirlo usa esa frase: peces hundiéndose, gansos cayendo.
El mentor lingüístico Paul Noble y asesores del Diccionario Collins contribuyeron en este artículo. Paul Noble es el autor de "Destination language courses", publicados por Collins.
No hay comentarios:
Publicar un comentario