Cite City, la ciudad de US$1.000 millones que no tendrá ningún habitante
Será construida desde cero y en medio del desierto. Con todas las facilidades propias de una ciudad de tamaño medio de Estados Unidos, capaz de albergar unos 35.000 habitantes. Pero no tendrá ninguno.
Cite City, como se conoce este proyecto que se desarrollará en Nuevo México, será una "ciudad fantasma" creada con un objetivo: servir de laboratorio a escala real para probar nuevas tecnologías urbanas.
De allí que su nombre, Cite, responde a las siglas en inglés de Centro para la Innovación, Prueba y Evaluación.
Sistemas de transporte inteligente, fuentes de energías alternativas y telecomunicaciones son algunas de las áreas que podrán ser evaluadas en esta ciudad-laboratorio que ocupará unos 40 kilómetros cuadrados.
El proyecto es promovido por la empresa Pegasus Global Holdings y, según explicó a BBC Mundo su director ejecutivo, Robert Brumley, la inversión inicial requerirá unos US$600 millones aunque estiman que el costo final del proyecto -a invertir en un plazo de 10 años- se elevará hasta los US$1.000 millones. Todo procederá de capital privado.
Una ciudad promedio pero poco común
En el corazón del proyecto estará la llamada City Lab, una ciudad a escala real construida a semejanza de una ciudad actual de tamaño mediano de Estados Unidos.
Tendrá áreas urbanas, suburbanas y rurales.
Contará con un típico distrito de edificios de negocios y áreas comerciales en el centro, así como con urbanizaciones de casas adosadas en los suburbios.
Dispondrá de parques, calles, centros comerciales e, incluso, una iglesia.
Además, tendrá un campus dedicado a la investigación, en el que esperan contar con distintos tipos de laboratorios públicos y privados, áreas para reuniones y conferencias y las viviendas temporales de los equipos de investigación.
Una parte esencial de la ciudad-laboratorio no será apreciable a simple vista. Cite City tendrá un centro de operaciones y de mantenimiento subterráneo conectado a toda la infraestructura.
Brumley espera iniciar las primeras tareas de construcción a finales de 2015, cuando concluyan todos los pasos previos de diseño, ingeniería y obtención de licencias pendientes.
Las obras durarán entre tres y cuatro años.
La propuesta existe desde 2011 pero debió ser postergada debido al surgimiento de diversos contratiempos, incluyendo una decisión del gobierno de Barack Obama de declarar los terrenos escogidos inicialmente para la obra como parte de un Monumento Nacional. Lo que obligó a buscar una nueva locación.
Global Pegasus espera que el proyecto genere 350 empleos directos y unos 3.500 indirectos en Nuevo México.
En 2011, el gobierno de ese estado firmó un memorándum de entendimiento para dar apoyo no financiero a esa iniciativa y se comprometía a participar en la conformación de una junta para realizar un estudio de factibilidad del proyecto y para ayudar a impulsar su creación.
Ángela Heisel, portavoz del Departamento de Desarrollo Económico de Nuevo México, le dijo a BBC Mundo que siguen con interés el desarrollo del proyecto y que acogen con beneplácito la inversión que implica.
Además, señalaron que han trabajado con el equipo de Pegasus para ayudarlos en lo posible, mientras la compañía avanza en el desarrollo del proyecto.
Un lugar para romper las reglas
Los promotores de Cite City aseguran que al tratarse de un laboratorio a escala real, que no estará habitado y que es de propiedad privada, las empresas podrán probar sus nuevos productos sin las restricciones que tendrían en una ciudad real.
"Cite albergará investigaciones que, simplemente, no pueden realizarse en otros laboratorios ni en ciudades reales. Este proyecto facilitará la infraestructura necesaria para liberar la innovación en energía, telecomunicaciones, transporte, agricultura, seguridad y construcción", afirma Robert Brumley en una carta publicada en su web.
Apuesta a que las empresas puedan acelerar sus ciclos de investigación y desarrollo al verse libres de las limitaciones para probar sus nuevas tecnologías en ciudades reales y disponiendo de la oportunidad de hacer pruebas a gran escala.
Brumley cree también pueden estar interesados en usar este mega-laboratorio los creadores de nuevas formas de energía y de almacenamiento de energía, así como todos los vinculados con el llamado "internet de las cosas", concepto que se refiere a la conexión de objetos cotidianos con internet.
También apuestan por servir para el desarrollo de tecnología de seguridad tanto como por la evaluación de la próxima generación de redes de comunicación inalámbricas.
¿Un mundo demasiado ideal?
La idea de probar tecnologías para ser aplicadas en la ciudad, sin presencia de seres humanos, despierta el escepticismo en expertos como Richard E. Hanley, editor del Journal of Urban Technologies y profesor del New York City College of Technology.
"Ellos han dicho que ese sería un buen lugar para poner a prueba vehículos sin conductor, pues si hay una falla no se corren los riesgos que hay en una ciudad. Sin embargo, hasta que no la pruebes en una ciudad no vas a saber cuán segura es esa tecnología", le dijo a BBC Mundo.
Destacó que con frecuencia el problema con la tecnología es que la operan seres humanos. "Sin personas una prueba de una tecnología puede funcionar bien, pero ¿qué pasará cuando esté al alcance de unos adolescentes que busquen nuevas formas de usarla?".
Hanley cree que Cite City puede ser un sitio útil para probar algún tipo de infraestructura, pero duda de que pueda servir como prueba de un entorno urbano si no cuenta con habitantes.
Brumley, por su parte, admite que Cite City no será la etapa final en el proceso de evaluación de nuevas tecnologías.
"Al final del ciclo, estas tecnologías tendrán que ser probadas en áreas pobladas antes de que cuenten con el permiso de las autoridades. Somos un paso intermedio, un paso en el cual no habrá ningún tipo de riesgos de seguridad", señala.
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