CIA: "¿Recuerdan los OVNIS de los años 50? fuimos nosotros"
Mediante un tuit, la agencia de inteligencia de Estados Unidos reveló que se trataban de ejercicios militares secretos
Según los documentos desclasificados por la CIA, se tratarían de aviones U-2 utilizados en secreto desde 1954 hasta 1974. (Getty Images)
(elcomercio.pe). La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) publicó su tuit más popular del año. En el texto, la agencia admite que los famosos avistamientos de objetos voladores no identificados (OVNIS) en el cielo de Estados Unidos en la década de 1950 eran en realidad ejercicios militares realizados por ellos.
"¿Recuerdan los reportes sobre avistamientos en el cielo de los '50s? Fuimos nosotros", señala el revelador tuit que -según la cuenta- sería en el que más visitas tuvieron en el 2014.
El tuit viene acompañado de documentos desclasificados hace poco tiempo. En ellos detalla que se trataban de ejercicios con aviones militares de modelo U-2 los cuales participaron en operaciones secretas entre 1954 y 1974.
Según señala el texto, la CIA habría realizado vuelos secretos de reconocimiento sobre la antigua Unión Soviética. La ventaja de los aviones U-2 residia en la altura que podían alcanzar. Mientras que en esa época los aviones, comerciales y militares, alcanzaban una altura máxima de 12.000 metros, el U-2 era capaz de alcanzar los 19.000 sin problemas.
El mapa detalla los viajes que realizaron los U-2 en sus diversas misiones de reconocimiento sobre el territorio soviético.
Fotografías captadas desde los aviones U-2. A la izquierda, una fotografía aérea de Leningrado -actualmente San Petersburgo- captada el 4 de julio de 1956. La fotografía de la derecha corresponde a Moscú y fue captada el 5 de julio de 1956.
La altitud volvía a estos aviones prácticamente invisibles para los radares de la época y eran vistos como destellos por las personas que llegaban a apreciar segundos de su viaje. Según el documento desclasificado, los aviones contaban con un mecanismo que incrementaba la dificultad para ser detectados.
Este dibujo -incluído en los documentos- detalla la estructura de los U-2. Un revestimiento de acero sobre el borde de las alas y una estructura de fibra de vidrio destacan en su composición.
Venezuela: adiós a la famosa heladería Coromoto con 863 sabores diferentes
Redacción BBC
Una visita a la ciudad venezolana de Mérida, en los Andes, no está completa sin una parada en la famosa heladería Coromoto.
Pero quienes quieran probar alguno de sus 863 sabores diferentes, algunos tan exóticos como cerveza o garbanzos van a tener que esperar puesto que el negocio se convirtió en la última víctima de la crisis económica en el país.
Los dueños de Coromoto, que es también el nombre de la patrona de Venezuela, informaron a sus clientes que han tenido que cerrar temporalmente por la escasez de leche.
El negocio, que según sus dueños estaría incluido en el Libro Guinness de los Récords, colgó un cartel en la puerta disculpándose por el cierre.
Una de las empleadas de Coromoto, Eukarys Castillo, le dijo a BBC Mundo que esperan reabrir a mitad de enero.
Los dueños anunciaron la noticia en la página de Facebook del establecimiento.
"Como ya muchos han escuchado en algunas redes sociales, estaremos cerrados durante la temporada alta por escasez de leche..! Oficial", reza el anuncio publicado el día de Navidad.
Acaparamiento
En efecto, el cierre ha sido ampliamente comentado en las redes sociales.
"Hasta con los helados acabó la revolución", tuiteó Jose Rafael Marquina.
Coromoto se suma a otros negocios que han tenido que cerrar en Venezuela por la escasez de productos básicos.
A los problemas de suministro se ha sumado el de la caída de los precios del petróleo, lo que ha agravado la situación económica, informa el corresponsal de BBC Mundo Will Grant.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro culpa de la escasez a la oposición, a la que acusa de intentar echarle del poder mediante el acaparamiento.
Reapertura
La empleada que habló con BBC Mundo explica que el dueño, Manuel da Silva, decidió echar el cierre después de que varios clientes se quejaran de que la heladería no ofrecía la gran cantidad de sabores por la que se había hecho famosa.
"Muchas personas venían y decían, esto es un engaño", dice Castillo.
Según la empleada, el precio de la leche en el mercado negro es seis veces más caro, lo que no hace rentable ofrecer todos los sabores habituales en el establecimiento.
Castillo explica que durante la temporada de Navidad son muchos los que visitan la ciudad de Mérida y se forman colas en la heladería.
El dueño no quería que la reputación de su comercio se viera afectada, así que planea reabrir a mediados de enero, cuando será más fácil dar abasto a una clientela menos numerosa.
Mientras, si los residentes o turistas en Mérida tienen antojo de un helado de calabaza o de ternera, tendrán que buscarlo en otra parte.
Perry Como McDonalds, nutricionista norteamericano ganador del Premio Nobel, dio esta noticia que ha sacudido al mundo de los nutricionistas. Luego de años de estudio en Hamburgo llegó a esta conclusión: "Durante años la gente ha estado satanizando la comida chatarra, pensando que provocaba la obesidad y toda clase de males, pero la verdad es que tiene importantes vitamina como la G que se encuentra en las gaseosas, la H que se encuentra en las hamburguesas y la P que se encuentra en las papas fritas." Esta noticia a traído gran alegría a las personas, pues ya no tendrán que abstenerse de sus manjares más delicados, como la Triple Mac, Super Whopper, y demás conocidos sandwiches y gaseosas. Sabemos que sus estudios fueron subencionados por McDonalds, Coca Cola, Burger King, KFC y otras conocidas marcas de comida chatarra. Así que este 28 de Diciembre se espera una gran cantidad de gente inocente que se creyó esta noticia en estas cadenas de comida rápida.
El mordisco de Luis Suárez y otras controversias del mundo deportivo en 2014
RedacciónBBC Mundo
Algo anda mal cuando lo que un jugador de fútbol hace con sus dientes es más importante que lo que hace con sus piernas.
También cuando el uniforme de un equipo femenino de ciclismo destaca más que su desempeño en la pista. O si se roban los registros médicos de un famoso campeón de automovilismo en coma. O cuando a un programa de televisión se le escapan detalles que hieren sensibilidades mientras filman en un país extranjero.
BBC Mundo recoge cuatro de los episodios más controversiales ocurridos este año en el mundo del deporte, y uno no tan deportivo (pero casi).
1. Luis Suárez: ¿mordisco u "pechazo con el hombro" a los dientes?
Pasó el 26 de junio. Era el partido de pase a octavos de final de la Copa del Mundo de Brasil entre Uruguay e Italia.
"Todo ocurrió en un instante, cuando corría el minuto 79 y el partido estaba empatado a cero. Uruguay atacaba por la izquierda y de pronto cayeron en el área el goleador celeste Luis Suárez y el defensor italiano Giorgio Chiellini, quien se llevó la mano al hombro expresando dolor", escribíamos entonces.
¿Fue un mordisco al hombro (como dijo Chiellini)? ¿O un pechazo con el hombro a los dientes (en palabras de Suárez)?
Uno que sí obtuvo un galardón real en el Mundial de Brasil, pero no libre de controversia, fue el jugador argentino Lionel Messi.
Por primera vez fue un comité de expertos de la FIFA -y no los medios de comunicación acreditados, en votación- el que determinó qué jugador merecía el Balón de Oro del torneo.
Y su decisión fue dárselo al capitán argentino.
Esto desató una tormenta entre medios, expertos y fanáticos en general. Muchos atribuían a su fama, más que a su desempeño -que empezó bien, pero fue perdiendo brillo-, las razones por las cuales se le otorgó la distinción.
Un polémico uniforme puso a las ciclistas de un equipo femenino de Bogotá al frente, no del Giro de la Toscana, en el que estaban compitiendo, sino de una controversia ligada al pudor y el buen gusto.
El atunedo combinaba los colores rojo y amarillo de la bandera de la capital colombiana, con una franja beige -parecido al color de la piel- en el vientre y bajo vientre, lo que daba una impresión de desnudez.
El presidente de la Unión Ciclista Internacional, Brian Cookson, terció para calificarlo de "inaceptable".
Pero ellas, consultadas por BBC Mundo, lo defendieron, alegando no ver razón para el escándalo. Explicaron que el diseño incluía un color dorado -de uno de los patrocinadores- y que quedó beige al imprimirlo. Alegaron que el asunto no tenía trascendencia y aseguraron que seguirían utilizándolo.
4. Michael Schumacher: ¿privacidad o deuda con los fans?
A dos días de terminarse el año 2013, el heptacampeón mundial de Fórmula 1 Michael Schumacher sufrió un terrible accidente de esquí que lo dejó al borde de la muerte.
La evolución de su estado de salud fue noticia todo 2014. Al menos, los pocos detalles de salud que salieron a la luz pública.
Por meses se supo muy poco. Por fin, en abril, se informó que estaba recuperando la conciencia, sin entrar en detalles. La frustración entre medios y fans hambrientos de información no hizo más que crecer.
El caso alcanzó un punto culminante cuando, en agosto, se informó del robo de sus registros médicos, supuestamente con el objeto de ponerlos a la venta.
El 5 de agosto, la policía suiza arrestó a un sospechoso, que trabajaba para la compañía que trasladó a Schumacher al hospital de Grenoble. Al día apareció muerto en su celda: se había suicidado.
Ocurrió en octubre pasado, cuando grababan un episodio en Tierra del Fuego.
Jeremy Clarkson, presentador del programa, y su equipo usaron un Porsche con la placa H982 FKL. Algunos vieron en ésta una alusión directa a la guerra con Reino Unido por las islas Falklands ("FKL" en la matrícula), o Malvinas, en 1982. Y en la misma medida, como una ofensa.
Un grupo de veteranos fue al hotel donde se alojaba el equipo de producción a protestar. Técnicos y presentadores fueron declarados "personas no gratas" y escoltados al aeropuerto.
La increíble historia de la pintora de los ojos gigantes
Jaime GonzálezBBC Mundo, Los Ángeles, @bbc_gonzalez
A principios de los años 60 Walter Keane era uno de los artistas más famosos de Estados Unidos, gracias a los retratos que pintaba: niños, mujeres y animales con unos enormes ojos llenos de tristeza.
Su estilo -que no era del gusto de la mayoría de los críticos de arte, que lo consideraban demasiado kitsch- se hizo inmensamente popular en esa época, lo que le generó decenas de imitadores y le permitió amasar una enorme fortuna.
Junto a su esposa Margaret, con la que residía en California, el pintor se codeó con grandes estrellas de Hollywood como Natalie Wood, Joan Crawford, Jerry Lewis o Kim Novak, algunas de las cuales llegaron a pedirle que las retratara.
Incluso el propio Andy Warhol alabó el trabajo de Keane, con el argumento de que si era tan exitoso no podía ser tan malo como aseguraban los críticos.
Pero en el ascenso de Keane a la cima del arte para las masas tan sólo había un problema, que no se conocería sino hasta años después: quien creaba las pinturas no era él, sino su esposa, a la que durante cerca de una década mantuvo en casa encerrada en un estudio, trabajando sin descanso en los cuadros.
Ahora, el cineasta Tim Burton acaba de rodar una película titulada Big Eyes ("Ojos grandes") basada en la historia del matrimonio Keane, a quien dan vida Amy Adams y Christoph Waltz.
El estreno de la cinta, previsto para fines de diciembre, ha hecho que crezca el interés por la vida y obra de Margaret Keane, quien con 87 años sigue pintando y no se cansa de contar el calvario por el que pasó por cuenta de su exmarido, quien falleció arruinado en el año 2000.
Una gran mentira
Walter Keane siempre contaba que su arte estaba inspirado en los pobres niños que vio a fines de los años 40 en el Berlín devastado por la Segunda Guerra Mundial, mientras estudiaba en Europa con la intención de convertirse en pintor.
A su regreso a EE.UU. se instaló en la ciudad de San Francisco y se dedicó a las transacciones inmobiliarias, ya que con la venta de sus cuadros no le daba para vivir.
A mediados de los años 50 conoció a su esposa Margaret en un festival de arte.
Ella, que acababa de divorciarse y tenía una hija, encontró en él una figura protectora que le permitió empezar una nueva vida. La pareja contrajo matrimonio en 1955.
Poco a poco los cuadros de los niños de los ojos gigantes empezaron a ganar popularidad.
Margaret Keane ha descrito en numerosas ocasiones el momento en que se enteró que su marido estaba haciéndose pasar por el autor de los retratos que ella pintaba.
Fue una noche en el club nocturno de San Francisco The Hungry i, donde él exhibía y vendía las pinturas.
Estaba sentada en una esquina del local cuando alguien se le acercó y le preguntó si ella también pintaba. Ahí fue cuando se dio cuenta de la gran mentira.
Se puso furiosa y al llegar a casa se enfrentó a su marido, quien se justificó diciendo que necesitaban el dinero y que era demasiado tarde para dar marcha atrás: ya que todo el mundo pensaba que él era el autor de los cuadros, firmados tan sólo con el apellido Keane.
Preocupada por lo que podría pasarle a ella y a su hija si abandonaban a su esposo, Margaret decidió participar en el embuste.
Opresión
Con el dinero que ganaban con los cuadros de los niños de ojos gigantes, se compraron una gran casa con piscina. Y mientras Walter se daba al alcohol y a las mujeres, Margaret pasaba hasta 16 horas al día encerrada en su estudio pintando.
A principios de los años 60, la pareja ya era muy conocida y por sus cuadros se pagaban decenas de miles de dólares.
Las reproducciones de las pinturas se vendían en todo el mundo y no era difícil encontrar copias de las obras atribuidas a Walter Keane en las casas de muchas familias de la clase media estadounidense de la época.
Cuando, en una reciente entrevista, le preguntaron a Margaret Keane sobre la tristeza que emanaba de sus cuadros, explicó que no fue sino hasta años después de pintarlos que se dio cuenta que estos reflejaban la opresión que ella sentía en su propia vida.
Tras diez años de matrimonio, en 1965 la pareja se divorció.
Margaret se mudó a Hawái, contrajo matrimonio con un comentarista deportivo y se hizo testigo de Jehová.
En 1970, cuando sus cuadros ya habían pasado de moda, decidió que no iba a mentir más cuando le preguntaran sobre su autoría y le contó toda la verdad a un periodista de la agencia UPI.
Su exmarido contratacó asegurando que su esposa era una mujer infiel y una mentirosa compulsiva.
Ella lo retó a que ambos pintaran en público uno de los cuadros para demostrar quién era realmente el autor, aunque él se negó.
Walter Keane se mudó una temporada a vivir a Europa mientras amainaba la tormenta.
Pero a mediados de los 80, en una entrevista con el diario USA Today, Keane aseguró que su esposa se había atribuido la autoría de las pinturas porque pensaba que él había fallecido.
La gota que colmó el vaso
Eso fue la gota que colmó el vaso. Margaret demandó a Walter por difamación y, tras un juicio que duró varias semanas, el juez les pidió a ambos que hicieran en la sala uno de los retratos.
Ella pintó a un niño de enormes ojos tristes en apenas 53 minutos. Él se negó a hacerlo alegando que tenía un problema en un hombro.
El juez acabó concediendo a Margaret una indemnización de US$4 millones que Walter -quien tenía graves problemas con la bebida- nunca llegó a pagar, ya que había dilapidado toda la fortuna que había amasado con los cuadros de su exesposa.
El periodista Adam Parfrey, fundador de la editorial Feral House, llegó a entrevistar a Walter Keane cuando éste malvivía a principios de los años 90 en la localidad californiana de La Jolla.
Según explica Parfrey en conversación con BBC Mundo, cuando conoció a Keane le dio la sensación de que era "un farsante y un mentiroso".
Parfrey, quien junto a Cletus Nelson escribió una biografía de Keane titulada Citizen Keane("Ciudadano Keane"), asegura que él seguía insistiendo en que su mujer era la que mentía.
El periodista señala que Keane era un hombre muy inteligente con unas grandes dotes para el marketing y la autopromoción. Pese a ello, parecía vivir alejado de la realidad.
Ahora, según Parfrey, la figura de Margaret Keane -a quien describe como una mujer muy agradable- será reivindicada gracias a la película de Tim Burton.
Tampoco sería de extrañar que las pinturas de los niños de ojos gigantes, denostadas hace unas pocas décadas por los críticos y codiciadas por el gran público, vuelvan a ponerse de moda.
El barco que aterrizó en un tejado y salvó a 59 personas
Candida BeveridgeBBC, Banda Aceh
Tenían el agua por el cuello y subía rápidamente. Cuando el tsunami azotó Banda Aceh en Indonesia del que este viernes harán 10 años, la familia Basyariah quedó atrapada en la planta superior de una casa.
Pero pudieron escapar de forma increíble cuando un barco aterrizó en el techo.
Entre los techos rojos de las casas recientemente construidas en la aldea de Lampulo hay un espectáculo extraordinario: un enorme barco de pesca en la parte superior de dos casas.
La embarcación de madera de 25 metros de largo se ha convertido en una atracción popular en el circuito turístico sobre el tsunami.
Hay carteles que avisan "Kapal di atas rumah", que significa "el barco encima de la casa", y una placa da detalles de cómo el arca improvisada salvó a 59 personas.
Una de ellas es la empresaria local de Fauziah Basyariah. "Si no hubiera sido por ese barco, todos nos habríamos ahogado porque ninguno de nosotros sabía nadar", cuenta.
"La gente empezó a gritar"
Basyariah llora cuando recuerda ese día. "No mucho tiempo después del terremoto, la gente empezó a gritar que el agua del mar se avecinaba. Estábamos confundidos, pero luego vimos que el agua brotaba".
Su marido se había ido de compras en la moto, así que tomó a sus cinco hijos y comenzó a correr. No podían correr más rápido que el agua que avanzaba con velocidad, por lo que comenzó a buscar refugio en las alturas.
El terremoto había destruido una gran cantidad de edificios en su calle, pero se encontraron con una casa que estaba todavía en pie y los seis corrieron dentro y llegaron a la segunda planta.
Pero pronto se dieron cuenta que no era lo suficientemente alta. "Pasó menos de un minuto antes de que nos alcanzara el agua", recuerda Basyariah. "La primera ola era muy negra, no sabíamos si era gasolina o agua".
Luego llegó una segunda ola, aún más grande. Para entonces la familia estaba atrapada. "Flotábamos con la frente tocando el techo, el agua nos llegaba al cuello. Pensé que nos íbamos a ahogar".
A través de la ventana vieron algo extraño: un gran barco de pesca venía hacia ellos. "La gente gritaba, pero luego se quedó atorado en la parte superior de la casa y se detuvo".
Su hijo de 14 años logró hacer un pequeño agujero en el techo y salió. Sacó a su familia, uno a uno, y todos se subieron al barco. Otras personas se sumaron.
"Cuando llegué al barco, sólo recé y recé", señala Basyariah. "Dimos gracias a Dios que el barco nos había salvado, pero incluso el barco no era tan estable porque estaba lleno de agua".
Observaban impotentes cómo colapsaban todos los edificios a su alrededor con la gente todavía en el interior. "No había nada que pudiéramos hacer", explica enjugándose una lágrima.
"Aunque han pasaron 10 años desde el tsunami, cuando hablo de ello me siento como si hubiera ocurrido ayer. Me siento tan triste, nunca lo olvidaré".
Cuando las aguas retrocedieron, Basyariah y sus hijos se fueron a vivir a Beurawe pero volvían a Lampulo a buscar a sus seres queridos desaparecidos.
"No sabía dónde estaba mi marido. Ni mis padres, habían corrido, pero eran ancianos y sabía que les iba a resultar difícil escapar".
Basyariah de repente se encontró teniendo que mantener a cinco hijos por su cuenta.
Durante su estancia en un refugio temporal, las agencias de ayuda humanitaria le enseñaron nuevas habilidades: cómo cultivar peces, a coser y cómo hacer pasteles. Así se le ocurrió la idea de vender bocadillos de atún seco.
Un año después del tsunami, Basyariah puso en marcha un negocio de pescado con un préstamo de 500.000 rupias (US$40).
Ahora ha vuelto a Lampulo donde apoya a su familia y emplea a un puñado de mujeres en el pueblo.
Fuera de su casa, a pocas puertas de la embarcación, las mujeres empaquetan el pescado seco frito en ajo y cebolla.
El producto se llama "Atún seco Tsunami" y tiene una imagen de la embarcación en la etiqueta. "Nos salvamos en el barco. Nos gustaría recordar esto", explica.
Turismo y educación
Unos 15 barcos de pesca quedaron varados en los techos de Lampulo tras el tsunami, pero los demás han sido retirados.
Zulfikar, el dueño de este barco, accedió a dejarlo sobre la casa como un homenaje.
El barco es venerado como una especie de arca de Noé, pero también es un recordatorio de lo que sucedió.
"Todo el mundo está tratando de aprovechar el hecho de que el barco está aquí", indica Basyariah. "Todo el mundo tiene una historia diferente acerca de cómo el barco los salvó. La gente incluso inventa historias".
Además de atraer a turistas, los memoriales de Banda Aceh tienen un papel educativo. Antes de 2004, pocos sabían lo que era un tsunami, así que cuando el mar se retiró antes de que llegara la ola, la gente corrió para recoger los peces de la arena en lugar de escapar a tierras más altas.
Ahora los escolares visitan los monumentos sobre el tsunami y se les enseña a identificar las señales de uno.
El tsunami mató a un número desproporcionadamente alto de mujeres y niños porque no sabían nadar. Alrededor de 45.000 mujeres más que hombres murieron. Y en algunas comunidades generaciones enteras de niños y ancianos desaparecieron.
El conocimiento de los signos de advertencia salvó muchas vidas en Simeulue, una isla frente a la costa occidental de Aceh. Sólo siete personas murieron allí por el tsunami en comparación con las 167.000 de Aceh.
La geografía montañosa de la isla ayudó, pero los isleños también sabían qué hacer gracias a una tradición narrativa local llamada "smong".
De acuerdo con un informe de la Unesco, estas historias contadas a los niños a menudo terminaban con una advertencia: "Si ocurre un fuerte temblor, y si el mar se retira poco después, corre a las colinas porque el mar pronto llegará a la orilla".