Estas son cosa que solo ocurren el Perú.
Miluska Gárate Aquije de 34 años, sufrió lesiones leves en la boca al desayunar por morder un pan que tenía un trozo de diente en la masa.
Miluska compró el pan de una ambulante que pasa diariamente por su barrio, en Villa El Salvador.
Otro incidente similar ocurrio en octubre de 2007 cuando, cuando en una sorpresiva intervención a una panadería, inspectores municipales del Rímac hallaron una hoja de afeitar junto a la masa del pan.
Además de la navaja, que era usada para cortar la harina, los municipales y fiscales verificaron que muchos recipientes estaban con hongos y al local le faltaba ventilación y limpieza. La comuna clausuró temporalmente el local y le impuso una multa de 3.450 soles.
En otra ocasión en setiembre del mismo año se halló una navaja dentro de un pan en una panadería de Magdalena, luego, un diente de oro en un pan integral del supermercado Vivanda de San Isidro. Unos días después se encontró un alfiler oxidado en una tostada vendida en San Juan de Miraflores.
En el primer y tercer caso, los concejos cerraron los negocios por falta de condiciones sanitarias, y en el segundo se confirmó que tenía los estándares de salud adecuados. El Indecopi informó que las panaderías que pongan en riesgo a sus consumidores serán sancionadas con 69.000 soles.
Tengan cuidado al comprar el pan
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